Seguro que tienes amigos y amigas, a tu alrededor. Gente maravillosa con la que compartes sonrisas y quizá alguna lágrima.
Y te habrás dado cuenta de que estas amistades hay que cuidarlas.
Igual que a una planta…que hay que regarla, abonarla, protegerla del sol fuerte pero que le dé la luz….y confiar en que tienes buena mano con las macetas, que no a todo el mundo se le dan bien, para qué engañarnos.
Bueno, pues también hay que tener buena mano con las amistades.
Te doy 3 claves para que te duren más:
No des consejos. Bueno, si te los piden sí, pero solo si te los piden. Seguro que conoces a personas (doy por hecho que tú no eres una de ellas) que en cuanto les comentas algo, te están dando consejos diciéndote lo que harían ellas o lo que deberías hacer tú. Cuando realmente solo querías hablar o comentar algo. No te engañes. Pueden tener muy buena intención, pero es muy molesto. Así que si alguien te cuenta algo limítate (que ya es mucho) a escuchar.
No tengas expectativas. No esperes que actúen como tú, que piensen o hagan lo mismo que harías tú. Cada persona es como es y hace lo que le da la gana. Son libres como tú. No esperes nada y así evitarás muchas decepciones.
No juzgues. Pero no solo a la amiga que tienes frente a ti. No juzgues a nadie, porque si tu amiga te oye, aunque a veces sea tu confidente, puede llegar a pensar que algún día puedes juzgarla a ella.
Que es probable que tú no necesites estas claves, pero ¿a qué sabes de lo que hablo?